31 julio 2013

Aprendí...

Todo comenzó hace un par de años, comencé a vivir relativamente sola, comencé a enfrentarme a realmente no tener ni un peso, tal vez llegar a casa y no encontrar algo para comer. Comencé con nuevas amistades, nueva vida, disfruté.
 Encontré nuevos amores, quise, deseé, dejé, me dejaron... me fui. Viví más, disfruté más, lloré más, caí más... más bajo. Me levanté.
La vida da muchas vueltas, todas las necesarias, y a veces por decisión propia, innecesarias.
Mis reales amistades se unieron cada vez más a mí, siempre estuvieron ahí, hasta donde caí más bajo, hasta donde nunca pensé llegar, ahí estuvieron sosteniéndome la mano, acompañándome y preocupándose por mí. Nunca sabrán cuánto les agradezco y les agradecí, tal vez ese fue mi error.
Perdí tantas cosas materiales, como nunca, y eso me sorprendió muchísimo, también reuní a las personas que valían la pena. Lamentablemente siempre somos seres que olvidamos, y olvidamos partes importantes de nuestra vida...
Llegó el amor, me quedé.
Y así comencé a vivir otra nueva etapa de mi vida, una muy importante, una que amo y disfruto como nunca. Besé, acaricie, me besaron, me acariciaron... y más. Me quedé.
Nunca se sabrá cómo me dolió perder a ciertas personas, y más dolor el saber que piensen que actúo en su contra... lo peor de todo, es que nunca terminé de saber que es lo que pasa... ¡qué bueno que aún hay futuro!... llegaron más amistades, me alejé de unas, recuperé a otras, perdí a muchas... me acerqué a más.
Nunca podré llevarme bien conmigo, no por completo. Sí, existe el miedo de quedarme sola, como a veces me he sentido... pero al final viene ese alguien y toma mi mano. Personas lucharon a mi lado, personas me ayudaron, personas me quisieron, otras me odiaron. No aprecié a unas, amé a otras... di mucho por algunas, olvidé a otras a tal punto de llevarlas más lejos de lo que yo creí que pudiera existir.
Sigo aquí, viva... sin rumbo, y con sueños aún que humedecen mis ojos... expectativas, comiendo nubes azules con tintínelas de estrella... y sí, sigo aquí viva, sintiendo como nunca, esperando como nunca... otra etapa viene.
El perdón llegó a mi alma, trato de ser luz y así trataré de ser... al final me tengo a mí.
Gracias: a esas personas que se quedan, a esas personas que me esperan, a esas personas que me quieren. A esas personas que me ayudaron a aprender, a esas personas que se alejaron y me dolieron hasta el alma, a esas personas que ven luz en mí. Gracias por mil y una cosas.
Amé, amo y amaré.
Todas esas personas, siempre estarán presentes.
No, no terminé... me queda una vida.